La alegría y esperanza del año nuevo que regala Austria con la Filarmónica de Viena desde los comienzos de la Segunda Guerra Mundial
Austria se convierte todos los años en la alegría del Año Nuevo con su famoso concierto que se emite desde la Sala Dorada o Gran Sala de la Asociación de la Música de Viena (Wiener Musikverein).
El Concierto del Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena tiene una larga tradición e historia que radica en la II Guerra Mundial. Hoy por hoy, se emite en más de 90 países del mundo.
El concierto extraordinario del 31 de diciembre de 1939
La historia y tradición del Concierto del Año Nuevo de la Filarmónica de Viena comienza en la etapa más oscura de la historia de Austria y de Europa.
Fue el 31 de diciembre 1939 cuando se celebró el concierto extraordinario, “Ausserordentliches Konzert”, para recaudar fondos para las víctimas de la guerra (Kriegswinterhilfswerk) que acababa de comenzar.
El concierto benéfico fue dedicado íntegramente para la población que sufría penuria durante la incertidumbre de aquellos tiempos.
El primer Concierto del Año Nuevo
El 1 de enero de 1941, aún en medio de la II guerra mundial, se celebró por primera vez en esas fechas bajo el nombre “Johann Strauss-Konzert”, concierto de Johann Strauss.
Además de ser recibido como un auténtico “concierto de la alegría vienesa” por la población, también los dirigentes del nacionalsocialismo alemán supieron usarlo para su propaganda, emitiéndolo a través de la radio “Großdeutscher Rundfunk”.
La Filarmónica de Viena sufría durante la étapa más oscura de su propia historia muchas bajas entre sus filas, debido a la política antisemita de los nazis.
Espíritu de paz
A pesar de su historia un tanto ambivalente, el Concierto del Año Nuevo sigue siendo hasta hoy una luz de esperanza y alegría en un mundo en el que sigue reinando la guerra y el desentendimiento entre las culturas.
Todos los años, el concierto tiene su ritual final en el que el director y la Filarmónica de Viena desean a todo el mundo un “Prosit Neujahr”, con un mensaje de paz y alegría.
El Vals del Danubio Azul, himno del año nuevo austriaco
El Vals “An der schönen blauen Donau”, o “Donauwalzer” se ha convertido en el “himno del año nuevo”, hasta las fechas de hoy en día.
Ni la moda, ni la música popular de la era digital, ni la inteligencia artificial han podido destruir la magia del vals del danubio azul que suena en todos los rincones de Austria para inaugurar el año.
La campana de la Catedral de Viena
Después de que la campana de la catedral de Viena, llamada cariñosamente “Pummerin” por los austriacos, haya sonado para inaugurar el año nuevo, comienza a sonar el famoso Donauwalzer, el Vals del Danubio Azul.
Bailando el vals en todas las generaciones
El Vals del Danubio Azul suena en cada cadena de radio, suena en las plazas de las ciudades y en los pueblos más retirados de las montañas de los Alpes. Con su Dreivierteltakt, en el ritmo tres por cuatro, invita a la gente de todas las edades a bailar o al menos a participar mirando a las parejas que bailan al son de la música de Johann Strauss hijo.
Johann Strauss hijo y el auge del “Vals Vienés”
El vals Vienés no siempre fue aceptado por las cortes, la nobleza de Austria. Originalmente, fue un baile popular campesino. Su manera de bailar con los cuerpos pegados y girando de esa forma, fue mal visto e incluso prohibido durante un tiempo.
Fue Johann Strauss hijo quien logró enamorar a los cortes con su música a pesar de ser considerada “música de entretenimiento” en el siglo XIX, y no “música seria”, como la “música clásica” de Mozart, Beethoven, Haydn, o los posteriores Brahms, Liszt o Wagner.
El Rey del vals
A pesar de la reticencia que en un principio mantuvieron la orquesta Filarmónica de Viena con la música de Strauss, poco a poco fueron ellos la orquesta que terminó siendo principal representante de su legado.
Cuando en 1921 se celebró la inauguración del monumento de Johann Strauss hijo en el que se ve al artista tocando su violín, fue la Filarmónica de Viena quienes presentaron una selección valses, entre los cuales por supuesto, el Vals del Danubio Azul.
Hoy día, se considera sin duda a Johann Strauss el Walzerkönig, el rey del vals, y su vals del Danubio, el vals de los valses. Dicen que la música de Strauss es la música más vienesa de todas.
La marcha Radetzky, la pieza más famosa del padre Strauss
Aunque el gran rey de la dinastía de los Strauss es el hijo de Johann Strauss, es su padre quien compuso la famosa pieza con la que tradicionalmente finaliza el Concierto del Año Nuevo, casi siempre aplaudido por el público bajo la dirección del director de la orquesta.
La fama internacional
La fama que ganó Viena y con ello Austria con el Concierto del Año Nuevo y su pieza más popular, el Vals del Danubio Azul, es impepinable.
Bailar el vals para inaugurar el año ha ganado tanto en popularidad que incluso los turistas que deciden pasar el fin de año en Viena pueden apuntarse a clases de última hora para aprender a bailar el vals.